Un vistazo al comportamiento del Imam Ali (P.) frente a las corrientes politicas

Un vistazo al comportamiento del Imam Ali (P.) frente a las corrientes politicas

Un vistazo al comportamiento del Imam Alí (P.) frente a las corrientes políticas
(Su trato con los opositores)
Por el Saiied Muhammad Murtazaví
Traducido del persa por: Prof. Zohre Rabbani – Sra. Leyla Younes

Los opositores de los gobiernos surgen de los distintos estratos sociales. En cada grupo opositor se sustentan diferentes motivos siendo también diferentes sus campos de acción، causas y efectos. Si quisiéramos hacer un análisis de los opositores del Imam ‘Alî (P.) deberíamos dividirlos en varios grupos: 
 Los que ambicionaban el poder:
Son los que buscaban alcanzar los centros encumbrados del poder، echando mano a cualquier medio que los ayude a lograr su objetivo. 
He aquí algunos ejemplos de este grupo:  
Cuando el ejército de ´Aishah salió de La Meca، en el momento de la oración، Marwân se dirigió hacia Talha y Zubair (los instigadores de la batalla de Al-Yamal junto a aquella) y les dijo: “¿A cuál de vosotros anunciaré como el líder para que también dirija la oración?”. ‘Abdul·lah، hijo de Zubair، respondió a Marwân: “Anuncia a mi padre como líder e Imam de la oración”. Y Muhammad، hijo de Talha dijo: “A mi padre es a quien debes anunciar como tal”.
Cuando la noticia de esta discusión se divulgó entre la gente، ´Aishah mandó a alguien ante Marwân diciéndole: “¿Acaso intentas con esta decisión desunir a las fuerzas?، es mi sobrino، Abdul·lah Ibn Zubair el que debe ser presentado como Imam de la oración”. Tras ello Ma´âdh ibn ‘Ubaid dijo: “¡Por Dios!، luego del triunfo se iniciará la guerra interna، ya que ni Talha está dispuesto a ceder a favor de Zubair، ni éste a favor de Talha”.  
Otro ejemplo: Luego de la sa¬lida del ejército de ´Aishah de La Meca y de su arribo a la zona llamada Dhâtu ´Irq، Sa‘îd ibn Al-‘Âs se encontró con Marwân y le dijo: “¿Cuál es nuestro objetivo final?، y a éstos –señalando a ‘Aishah، Talha y Zubair- ¿para qué los trajiste hasta aquí?”. Marwân respondió: “Vamos a matar a los asesinos de ‘Uzmân”. Sa‘îd ibn Al-‘Âs apartó a un cos¬tado a Talha y Zubair y les dijo: “Decidme con sinceri¬dad، des¬pués del triunfo، ¿cuál de voso¬tros llegará al poder?”. Res¬pon¬dieron: “Cualquiera que la gente elija de entre nosotros”. Sa‘îd dijo: “Tiene que llegar al poder el hijo de ‘Uzmân، ya que vosotros، con el pretexto de la venganza de la sangre de ‘Uzmân، convocas¬teis a la gente”. Ambos respon¬dieron: “Aparte-mos a los grandes muhayirîn y demos lugar a los huérfanos”. Sa‘îd respondió: “En¬tonces yo no colaboraré con voso¬tros”.  
Como vemos، ellos no estaban dispuestos a soportar a otro rival، ni tampoco a tolerarse entre ellos، y con el fin de llegar al poder y convocar a las fuerzas، abusaron y se aprovecharon de la peor forma، como lo fue el hecho de traer a la esposa de Profeta a la escena de los hechos y abusar de su posición social. 
 Los acaparadores de riquezas:
Estos son los que tenían como objetivo abultar sus bolsillos a partir del tesoro público. Este grupo، que constituye la mayoría de los saqueadores del mismo، por su parte، se divide en varios grupos: 
a) Aquellos que en la época de ‘Uzmân gozaban de privilegios especiales y como Imam ‘Alî (P) los privó de los mismos، se sublevaron contra él، como por ejemplo ‘Abdurrahmân Salmâ. Cierto día una persona le dijo: “¡Abdurrahman!، te hago una pregunta pero júrame por Dios que me responderás sinceramente”. ‘Abdurrahman aceptó. Aquel hombre dijo: “Por Dios، ¿no es acaso que tu enemistad con ‘Alî comenzó desde el día en que él repartió el tesoro público de Kufa y no dio prioridad ni a ti ni a tu familia?”. ‘Abdurrahman respondió: “¿Qué hago ahora que me haces jurar por Dios? Pues sí، así fue”. 
b) Un grupo que en la época de ‘Uzmân no gozaba de privilegio alguno (pues no pertenecía a los Omeyas)، pero con la llegada del Imam (P) al poder، demostró una actitud de cercanía y amistad hacia el mismo. Una vez lograda la posición anhelada، comenzaron a acumular riquezas، y en cuanto el Imam (P) se enfrentaba con ellos، se refugiaban en Mu’awiah.  Por ejemplo، Iazîd ibn Hayyîah، había sido elegido por Imam ‘Alî (P) como gobernador de la ciudad de Rey. Luego de enfrentarse con los Jawâriy، y de derrotarlos، se apoderó él mismo de todos sus bienes. Tras este suceso، el Imam lo detuvo y encargó a una persona llamada Sa’d que lo condujera hasta el centro del gobierno de Kûfa ante el Imam (P). Iazîd، durante la noche، aprovechando el sueño de Sa’d، huyó y se refugió en Mu’awiah، tras lo cual hizo una larga poesía contra el Imam en la cual، además de ofenderlo، declara convertirse a partir de entonces en enemigo acérrimo de él (P).
c) Un grupo que en el pasado utilizaba los recursos del gobierno، pero ni el Imam estaba dispuesto a seguir otorgándoles privilegios، ni ellos mismos podían demostrar una actitud amistosa hacia él (P) debido a sus antecedentes. Por esa razón es que para conseguir sus ambiciones se unieron a Mu’awiah y emplearon todas sus fuerzas para derrotar al gobierno del Imam (P.) como el caso de Amrû ibn Al-‘Âss، que en cuanto advirtió que la casa de ‘Uzmân estaba sitiada huyó inmediatamente dirigiéndose hacia Palestina. Allí permaneció un tiempo y al ver que se consolidaban las bases del gobierno de Hadrat ‘Alî (P) se dirigió hacia Sham donde se unió a Mu’awiah con la condición de que éste le concediera el gobierno de Egipto. Como éste precisaba de las estrategias satánicas de Amrû ibn Al-‘Ass en su enfrentamiento con el Imam (P)، aceptó la condición. 
 Los hipócritas:
Se denomina así a los que no admiten la creencia religiosa، sin embargo afirman ser creyentes por otras diferentes causas، e intentan acciones contra el pensamiento religioso aprovechando todas las oportunidades que están a su alcance. Esta corriente surgió luego del advenimiento del Profeta (BP) en la sociedad islámica، y a lo largo de toda la historia، el Islam ha recibido fuertes golpes de parte de estos individuos. En la época del Imam ‘Alî (P) la fuerza hipócrita constituyó uno de sus principales grupos opositores. He aquí algunos ejemplos:
a) Ash’az Ibn Qais: En la interpretación del sermón Nº 19 de Nahy-ul Balâgah، Ibn Abil Hadid expone una biografía de Ash’az donde cuenta cómo manifestó su condición de musulmán، mientras que en la época de Abu Bakr، éste dio a su hermana en matrimonio con Ash’as. Y en la época de ‘Uzmân، fue el gobernador en el territorio de Azerbaiyán; luego de la muerte de ‘Uzmân integró el grupo de los compañeros de Imam Alí (P). No obstante es uno de los hipócritas de su época، del mismo modo en que ‘Abdul·lah Ibn Salul se hallaba entre los discípulos del Enviado de Dios (BP)، siendo que ambos eran líderes en la corriente hipócrita. 
b) Amrû Ibn Al-‘Âss: Ibn Abil Hadîd، en la interpretación del sermón Nº 26 de Nahy-ul Balâgah، luego de referirse al acuerdo de Amrû Ibn Al-‘Âss con Mu’awiah en contra del Imam (P)، trasmite palabras de su maestro: “Amrû Ibn Al-‘Âss siempre fue un incrédulo y jamás dudó de su incredulidad، y Mu’awiah era tal como él، así es que، para dejar en claro que utilizaron al Islam como un medio para alcanzar sus objetivos nos basta contar...”. 
c) Mu’awiah: Mugairah ibn Shu‘bah، es de los que jugó un gran papel tras la muerte del Profeta del Islam (BP) en la desviación del gobierno y la consolidación de los Omeyas. Cuenta el hijo de Mugairah: “Yo visitaba a Mu’awiah junto con mi padre، y cada vez que regresábamos، él elogiaba la memoria، la inteligencia، el intelecto y su habilidad para la conducción، hasta que una noche vino a casa y vi que se hallaba muy triste y no quiso cenar. Esperamos cerca de una hora pero su angustia no se disipaba. Creí que estaba disgustado con nosotros. Le pregunté: “¿Qué sucedió que estás tan triste?”. Mi padre comenzó a hablar diciendo: 
“¡Hijo mío، vengo de encontrarme con el más canalla y vil de los seres humanos!”
 –“¿Quién es él?”، 
- “Mu’awiah”.
- “¡Padre، tu siempre lo elogiabas!”.
- “Sí، hijo mío”.
- “Entonces، ¿qué ha sucedido?”
- “Hijo mío، él y yo esta noche teníamos una reunión a solas. Le propuse: - “¡Oh Príncipe de los creyentes! Ya has atravesado toda una vida y estás envejeciendo. Si tratas con justicia y te unes a tus parientes (los hashemitas، clan familiar del Profeta -BP-) y les prestas atención، será mejor para ti، y esa conducta tuya quedará grabada en la historia como así también recogerás recompensas para tu otra vida. Por otro lado la gente te recordará como un benefactor y los hashemitas no tendrán razón alguna para enfrentarse contigo.” Mu’awiah dijo: “-¡Jamás، jamás! ¿Qué buen nombre perdurará entonces? Abu Bakr llegó al poder y se comportó con justicia، pero con su muerte su nombre se apagó. ‘Umar llegó también al poder y a pesar de su gran esfuerzo، en cuanto murió، su nombre quedó en el olvido. Sin embargo، al huérfano de los hashemitas (esto es، el Profeta Muhammad)، le exclaman en alto su nombre cinco veces al día: Ash·hadu anna Muhammadan Rasulul·lah (testifico que Muhammad es el Mensajero de Dios). ¿Qué práctica y qué nombre permanecerá entonces، luego del huérfano de los hashemitas? ¡No! ¡Juro por Dios! No me calmaré hasta no sepultar el nombre de este hombre de modo que jamás lo recuerden.” 
 Los envidiosos: 
Un grupo de entre los oposi¬tores políticos del Imam ‘Alî (P) que no anhelaba llegar al poder ni tampoco quería acumular riquezas. Tampoco eran hipó¬critas، sino que، teniendo en cuenta los méritos del Imam (P) y su posición ante el Profeta (BP)، así como el cariño ilimi-tado de sus fieles hacia él، los embargaba la envida. Aunque en el mundo de la política no se presta demasiada atención a las características espirituales ni emocionales del ser humano، ni su desempeño en las distin¬tas circunstancias، tampoco se debe hacer caso omiso respecto a ello. Como ejemplo de esto، conocemos la oposición de ‘Ai¬shah al Imam ‘Alî (P.) y me¬rece atención desde este punto de vista.
El día en que ‘Aishah entró a la casa del Profeta (BP) como su esposa، aún Fátima Az-Zahrâ’ (P) se hallaba en casa de su padre. ‘Aishah، desde ese primer día، advirtió el gran afecto y amor que el Profeta prodigaba a su hija y ‘Alî (P). Con la unión de Fátima (P) con ‘Alî (P) y la manifestación del amor del Profeta hacia ellos، especialmente porque él recor¬daba y elogiaba a Jadiya، la madre de Fátima (P)، perma¬nentemente، era natural que la envidia se apoderara de ‘Ai¬shah. No pasó mucho tiempo que Dios le otorgó a Az-Zahrâ’ (P) y a ‘Alî (P) varios hijos، mientras que ‘Aishah jamás los tuvo. Por otro lado el Profeta (BP) expresaba en demasía su amor por los hijos de Fátima (P) y los llamaba “mis hijos”. Los discípulos del Profeta de Dios (BP) siguiéndolo a él، también expresaban su cariño a los hijos de ‘Alî (P). 
Aconteció otro suceso en épocas del Enviado de Dios (BP) que incrementó el descontento de ‘Aishah hacia ‘Alî (P): “Cierto día los hipócritas calumniaron a ‘Aishah، entonces el Profeta consultó con sus más cercanos، entre ellos، con ‘Alî (P)، quien le manifestó: “Es mejor que consultes con las sirvientas de la casa para que te cuenten lo que sucedió”.  Esto fue suficiente para que ‘Aishah estuviera molesta con ‘Ali (P).
Ocasionalmente ‘Aisha reconocía la envidia que sentía por ‘Alî (P): “Al finalizar la batalla del Camello (Al-Yamal)، ‘Alî (P) ordenó que quien quisiera quedarse en Basora del resto del ejército de ‘Aishah estaba libre، y quien optara por regresar a Medina también era libre y les dispuso todos los medios necesarios para ello ordenando al hermano de ‘Aishah، Muhammad ibn Abû Bakr، quien se encontraba en las filas de ‘Alî (P)، que acompañara a ‘Aishah a Medina y la hizo escoltar con cuarenta famosas mujeres de Basora vestidas de soldado. Cuando ‘Aishah iba a marchar، el Imam ordenó reunir a la gente para que la despidieran. En ese momento ‘Aishah se dirigió a la gente: “¡Oh hijos míos! Por algunas cuestiones algunos de nosotros estamos molestos y disgustados unos con otros. Nadie debe violar los derechos del otro por este asunto. Juro por Dios que ‘Ali y yo nunca habíamos tenido discrepancia alguna en el pasado، salvo algunas cuestiones que generalmente se dan entre la mujer y los parientes de su esposo، y juro por Dios que aunque no estoy complacida con él، para mí ‘Alî (P) se cuenta entre los más benevolentes”. 
Los buscadores del cambio (reformadores):
Se refiere a aquellos que en el pasado concebían una serie de principios y actuaban de acuerdo a los mismos. Tras un período y a causa de diferentes motivos، renunciaron a dichos fundamentos. Pero debido a que no tenían el coraje de anunciar este desvío en sus ideas، comenzaron a criticar su propia actuación pasada y pusieron en tela de juicio aquellos fundamentos que constituyen la creencia religiosa. Este grupo fue llamado Al-Jawâriy، y el principal núcleo de este grupo se manifestó en la batalla de Tâ’if en el momento de la repartición de los trofeos. En aquella ocasión Dhûl Huwaisarah se dirigió al Profeta diciendo: “Muhammad، no actuaste con justicia”. Este grupo no contaba con otro criterio que su propio diagnóstico para discernir y se consideraban así mismos musulmanes y los reales reformadores، y al resto incrédulos، reaccionarios، etc. A pesar de que este suceso tuvo lugar mucho después del descenso de la aleya que dice: «Oh creyentes! No levantéis vuestras voces por sobre la del Profeta»  pero si meditamos lo dicho por esta persona nos percataremos que él se consideraba superior al Profeta hasta el punto que no lo llamaba “Enviado de Dios” y su parámetro de justicia era su propio criterio.
Esta misma persona fue uno de los líderes de los Jawâriy en épocas del Imam ‘Alî (P). Este grupo no aceptaba su propio accionar junto a ‘Alî (P) durante la Batalla del Camello y durante la Batalla de Siffîn. Cuando se percataron del fracaso de su planteo y que ello no los hacía alcanzar sus objetivos، condenaron el acto de aceptar el arbitraje de parte del Imam (P) y ellos mismos consideraron incrédulo a todo el ejército del Imam، incluso al propio Imam (P)، e insistieron en el hecho de arrepentirse de su pasado. (En la Batalla de Siffîn، cuando el ejército del Imam estaba a punto de triunfar، Mu‘awiah hizo colocar coranes en la punta de las lanzas e invitó a todos a someterse al fallo que daba el Corán: “La Hukma il·la lil·lah”. El Imam insistió en que la batalla debía continuar pero los Jawâriy se levantaron y dijeron que no seguirían. El resultado fue que، a pesar del deseo del Imam، aceptaron que cada ejército presentara a un representante y que ellos dialogaran para elegir al próximo califa. Durante el arbitrio، Amrû Al-‘Âss، el representante de Mu’awiah، aprovechando la ingenuidad y necedad de Abû Mûsa Ash’arî، el representante propuesto por los Jawâriy، hizo culminar el asunto de tal forma que terminó a favor de Mu’awiah.
Poco a poco el desvío de este grupo llegó tal punto que pisotearon los principios básicos del Islam، y el asesinato، el robo y el saqueo se convirtió en un comportamiento normal de ellos: 
“Después del suceso del arbitraje uno de los líderes de los Jawâriy junto a un grupo de los suyos، se dirigieron desde Basora a Nahrawân. En medio del camino se toparon con unos viajeros، entre ellos una pareja montada en un asno. Ordenó que los trajeran ante sí y tras amenazarlos y asustarlos le preguntaron quiénes eran. Respondió:
- Abdul·lah ibn Jabbâb، un Compañero del Enviado de Dios (BP).
- ¿Acaso tienes miedo?
- Sí.
- Desde este momento te encuentras a salvo.
- Nárranos un dicho de tu padre que haya escuchado de boca del mismo Profeta (BP).
- Mi padre dijo: “Escuché al Enviado Dios (BP) que tendrá lugar un conflicto y discordia por el cual el corazón del hombre، al igual que su propio cuerpo، morirá como consecuencia de dicha discordia. En dicho conflicto، el hombre durante la noche será creyente y durante el día incrédulo، y durante el día creyente y durante la noche incrédulo.
- Justamente queríamos preguntarte respecto a este mismo dicho. ¿Qué opinas respecto a ‘Umar y Abû Bakr?
- Fueron buenas personas.
- ¿Qué piensas de ‘Uzman en los comienzos de su Califato y al final del mismo?.
- Actuó bien tanto al principio como al final de su Califato.
- ¿Y qué opinas de ‘Alî antes y después del arbitrio?
- Su conocimiento respecto a Dios es superior al vuestro، su acatamiento de la religión es mayor y goza de una percepción más profunda que la vuestra.
- Entonces está visto que tú sigues los deseos de tu ego y tu criterio del amor y cariño hacia los hombres son sus nombres no sus actuaciones. ¡Juro por Dios que te mataremos de tal forma que hasta ahora no hemos matado a nadie!
Tras esta discusión lo detuvieron، ataron sus manos y lo arrastraron junto a su esposa que estaba en los últimos días de embarazo، bajo una palmera. En ese momento un dátil cayó de la palmera، y uno de los Jawâriy lo tomó y puso en su boca para comerlo، ante lo cual otro de entre ellos se lo sacó de la boca diciéndole: “¿Comes de los bienes de la gente sin su permiso?”.
En ese momento un cerdo que pertenecía a un Cristiano pasó por allí. Uno de los Jawâriy lo mató con su espada، entonces otro le dijo: “Esto es corromper en la Tierra”. Cuando se acercó el dueño del cerdo، lo dejaron satisfecho compensándolo con algo. (Naturalmente، al observar tales escenas no tuvo más remedio que estar satisfecho).
Al observar su comportamiento ‘Abdul·lah ibn Jabbâb، dijo: “Si es que realmente sois veraces en lo que hacéis، entonces no temeré de vosotros ya que soy musulmán، y tampoco hice innovaciones en la religión، además que vosotros me habéis otorgado antes la inmunidad”. 
Tras esas palabras los Jawâriy lo arrojaron al suelo y al igual que una oveja lo degollaron. Luego se dirigieron hacia la esposa y ella exclamó: “Yo soy una mujer، ¿acaso no teméis a Dios?”... Pero abrieron su vientre y la asesinaron junto a tres mujeres más que la acompañaban.” 
Este fue un ejemplo del comportamiento de este grupo de reformadores que en la memoria de la historia se ven cientos de hechos semejantes de parte de ellos. En verdad، ¿quién puede corroborar este tipo de comportamientos? ¿Qué cultura la corrobora? ¡Que tomen un dátil de la boca de alguien por considerarlo robado، pero que asesinen un inocente al igual que un cordero y abran el vientre de una mujer embarazada، saquen su hijo y...?! ¿Acaso esto no significa que ellos habían vuelto sobre sus pasos y habían modificado sus principios y creencias y no estaban asidos a ninguno de dichos principios? Debemos tener en cuenta que la reflexión de un ser humano en cuanto a su trato y comportamiento pasado no es un defecto sino que se considera una necesidad para un ser humano verdadero، y uno de los principios certeros del Islam es que la persona creyente se rinda cuentas a sí misma para que se percate de sus fallos en el pasado y los corrija de alguna manera. Dijo el Imam Ali (P): “¡Oh siervos de Dios! Antes de que otros os pidan cuentas، vosotros rendid cuentas ante vosotros mismos”. 
Hay que hacer notar que comprometerse a los principios de la religión en la práctica y en la vida de uno es difícil، aunque teniendo en cuenta la vida del más allá y la responsabilidad del creyente en este mundo y su rol en la otra vida، vale la pena comprometerse aún cuando fuese muy difícil، pero no todos están dispuestos a tal sacrificio y por esa razón para tranquilizarse a sí mismos y poder gozar de una cierta libertad en su accionar، en primer lugar atacan los propios actos que llevaron a cabo en el pasado. Tras ello ponen entre signos de interrogación sus principios doctrinales hasta que terminan por negarlos. Esto es lo que realmente es reprochable، y no la persona que critica su accionar pasado para perfeccionarlo en el presente. 
Prestad atención ahora a la vida de uno de los opositores del Imam ‘Ali (P) perteneciente al mencionado grupo: 
Samurah ibn Yundab، un Compañero del Enviado de Dios (BP)، que en Medina había protagonizado un enfrentamiento con el Profeta، luego de la muerte del Profeta se unió a los opositores del Imam ‘Alî (P). Él، que durante la vida del Profeta había renegado de sus creencias y en épocas del Imam (P) se unió a los Jawâriy، en épocas de Mu’awiah، que hubo presión sobre este grupo، también re-examinó su posición، uniéndose finalmente a Mu’awiah y convirtiéndose en uno de los oficiales del gobierno de Basora. Se involucraba en cualquier crimen a fin de confirmar que había renunciado a las ideas de los Jawâriy. Como ejemplo، en épocas de Ziâd ibn Abîh، una persona de Jorasán se había dirigido a Basora para arreglar sus cuentas con el gobierno con respecto a los impuestos que debía pagar، como el zakât، etc. ... Tomó su comprobante y se dirigió a la mezquita para realizar dos ciclos de oración. En ese momento Samurah ibn Yundab llegó y lo detuvo acusándolo de ser un Jawâriy y allí mismo le cortó la cabeza. 
Ibn Abî Al-Hadîd narra de Abu Sâlih: “Nos dijeron que uno de los compañeros del Enviado de Dios vino a la ciudad، ¡vamos a verlo!”. Cuando fuimos a visitarlo observamos que era Samurah ibn Yundab. A su derecha tenía vino y a su izquierda hielo. Sorprendido pregunté: “¿Qué es esto?”. Dijeron que está enfermo de gota (y bajo la excusa de enfermedad bebía vino). En ese momento entró un grupo diciendo: “¡Oh Samurah!، ¿qué responderás a Dios el día de mañana?” Traen un hombre ante ti y apenas te dicen que es un Jawâriy lo asesinas? ¿Traen una segunda persona y te dicen que aquel que mataste no era de los Jawâriy sino que había venido a pagar el zakât، pero que éste sí es Jawâriy، y también la asesinas ¡siendo que antes se habían equivocado!?”. Samurah respondió: “¿Qué problema hay? Si es que es de la gente del Paraíso irá al Paraíso، y si es de la gente del Infierno، se dirigirá al Infierno”. 
Esta persona vivió hasta que en los sucesos de Karbalâ’ instigó a la gente a luchar contra el Imam Husein (P). 
Los Fanáticos:
Este grupo está constituido por los que no poseen un concepto correcto de la religión y de la comprensión de la misma especialmente en las cuestiones sociales، y si quisiéramos explicarlo mejor con palabras simples éstos consideran a la religión sólo como un vínculo entre Dios y el ser humano، siendo incapaces de concebir las relaciones entre los seres humanos sobre la base de la religión. Indagan ligeramente en los aspectos de la adoración، y cuando alguien pretende hacer efectivas las dimensiones sociales de la religión lo consideran contrario a la misma y se enfrentan a él. Jamás tienen la osadía de levantarse en armas contra algún gobierno. Aunque era sabido que este grupo en el pasado constituía el propio Jawâriy، hay que destacar que no todos los Jawâriy eran reaccionarios، sino que solo lo era una pequeña fracción de entre ellos y según el término que utilizaba Imam ‘Alî (P)، dicha persona era un Yâhilun Mutanassik (ignorante devoto). En tanto que aquel grupo de Jawâriy que se involucró en una sublevación armamentista utilizaba el prestigio de este grupo dentro de la sociedad.
En la Revolución Islámica de Irán también se manifestó este tipo de grupo، tanto desde antes de la Revolución como después de la misma. Prestad atención a unos párrafos de las palabras del Imam Jomeini respecto a ellos: 
“La amargura que ha saboreado vuestro anciano padre por este grupo de fanáticos، nunca ha saboreado por las presiones y dificultades de parte de otros. Cuando surgieron los eslóganes de separación de la religión de la política y la jurisprudencia، según la lógica de los desinformados، significaba sumergirse en las prácticas individuales y devocionales y consecuentemente no se le permitía al faqîh salirse de este círculo y límite، ni entrometerse en la política del gobierno. En consecuencia، se dio preferencia a la estupidez de los religiosos en sus relaciones con la gente. Según la imaginación de algunas personas، la religiosidad sólo podía ser digna de respeto y veneración cuando la necedad rebosara todo su ser، de lo contrario، un sabio conocedor de la política، capaz، competente e inteligente، entonces sería un timador، y éste era un asunto del ámbito de las hauzas (escuelas religiosas)، de modo que cada cual que se mostrara más devoto en el aspecto exterior de la religión، era considerado más religioso. Aprender un idioma extranjero se consideraba una gran incredulidad، y conocer la Filosofía y la Gnosis era concebido como pecado y politeísmo. En aquel tiempo، mi entonces pequeño y ahora fallecido hijo Mustafâ bebió agua de una jarra en la escuela Teológica Feizîah y hubo quien tomó la jarra y la enjuagó porque yo enseñaba Filosofía (y por considerarme a mí un politeísta y pecador consideraron a mi hijo impuro)”. 
Así، algunos de los opositores de Hadrat ‘Alî (P) lo constituía este grupo، quienes se oponían a que Imam ‘Ali (P) se entrometiera en los asuntos sociales y soberanía de la religión. Tomemos en cuenta este ejemplo: 
Entre los opositores de Hadrat ‘Alî (P) se contaba Abû Sa‘îd، quien decía respecto a ‘Alî (P): “Si ‘Alî hubiese permanecido en Medina y se hubiese contentado con comer dátiles hubiera sido mejor para él que aquello en lo que se ha metido”، al tiempo que se esforzaba en demasía por convencer a la gente de que no apoyaran a ‘Alî. Cierto día el Imam (P) vio que esta persona utilizaba agua en demasía para realizar su ablución y le dijo: “¡Has derrochado mucha agua!”، a lo que le respondió: “La sangre que Amîr Al-Mu’minîn ha derrochado es mucho más”. Hadrat ‘Alî le dijo entonces:
- ¿Acaso estás triste por esa sangre?
- Sí.
- Entonces permanece triste por siempre.
Se ha dicho que tras estas palabras esta persona estuvo triste y acongojada por el resto de su vida. 
El proceder del Imam ‘Alî (P) con sus opositores políticos:
Antes de analizar el proceder de Hadrat Amîr (P) con sus opositores políticos، es necesario mencionar que en el mundo de la política la diferencia de comportamientos de los hombres que la ejercen se origina en su cosmovisión. En la cosmovisión de la religión el análisis político adquiere tal forma que se amolda al propósito de la creación del hombre، al mensaje de los profetas y a las leyes prácticas de la religión، en tanto que en la cosmovisión que no es religiosa، el análisis de la política se basa en el conocimiento de los centros del poder، en valerse del servicio de las influencias y/o aniquilarlas.
En el pensamiento religioso la política consiste en guiar a la sociedad y al ser humano en todos sus aspectos hacia el sendero recto، hacia Dios، y hacia todo aquello donde se encuentra el bien del individuo y la sociedad. En otras palabras، según el punto de vista del pensamiento religioso، la política es la ciencia de servir، y el político el servidor de la gente. 
Como ejemplo، Ibn ‘Abbâs narra: “En la zona de Dhî Qâr visité a Amîr Al-Mu’minin (P.) y lo encontré remendando sus sandalias. En aquella ocasión me dijo: “¿Cuánto vale este calzado?” Dije: “No posee valor alguno”. Dijo: “Juro por Dios que esta sandalia es más valiosa para mí que gobernar sobre vosotros، a menos que pueda erigir una verdad o extinguir una falsedad”. 
Sin embargo، según el pensamiento laico la política es la ciencia de la búsqueda de poder y el político es aquel que gobierna por medio del poder، un poder que horroriza a todos. He aquí un ejemplo de la política religiosa y laica: 
“Cuando Mu’awiah acampó en la región de Siffîn (donde luego se libraría la batalla homónima)، cerró la entrada del agua y consultó con sus consejeros، quienes le dijeron: “Debe cortárseles el suministro del agua، puesto que sin ello no podrán resistir ni hasta la noche y se verán forzados a regresar، lo cual implicará la derrota de ‘Alî.” 
Le informaron al Imam (P) que el acceso del agua estaba en poder del ejército de Mu‘awiah y que no permitían utilizarlo. El Imam (P) preparó a sus fuerzas y sacó el agua del poder de Mu‘awiah. Algunos de los soldados del Imam (P) exclamaron entonces: “¡Por Dios que no permitiremos a las gentes de Sham que beban agua، del mismo modo que ellos nos la prohibieron antes”. Llegó la noticia a oídos del Imam (P) quien dijo: “Almacenad el agua de acuerdo a vuestra necesidad y alejaos de la misma para que ellos también puedan aprovecharla”. 
Por lo tanto los políticos religiosos no pueden utilizar cualquier medio para alcanzar sus objetivos، en tanto que un político laico apela a cualquier medio que se le presente para concretar sus propósitos. De este modo vemos que Mu‘awiah utilizaba ciertos métodos a los que algunos consideraban como una suerte de astucia y treta política، y proponían al Imam (P) estas tácticas، tales como: conciliación، otorgar privilegios، ofrecer sobornos، pero él nunca aceptaba.
Transmitió Madâ’enî que algunos de los Compañeros de ‘Alî (P) se presentaron ante él y le dijeron: “¡Oh Amîr Al-Mu’minîn! Pon estos bienes a disposición de los jefes de Quraish y dales más a ellos!”. Y les respondió: “¿Acaso me ordenáis que consiga la victoria por medio de la tiranía y opresión? ¡No، por Dios، que mientras que el sol brille y las estrellas iluminen، no cometeré tal acto! ¡Por Dios que si el bien hubiera sido mío، lo hubiera repartido entre la gente con justicia!، entonces ¿cómo no lo haría cuando pertenece a la gente?”.
Algunas personas lo acusaron de: “¡’Alî no conoce los principios de política mientras que Mu’awiah sí es un político!”. Hasta que Hadrat، defendiéndose dijo: “¡Por Dios que Mu‘awiah no es más astuto que yo! Sólo que su método es el quebrantamiento de los pactos y el pecado. Si es que yo no hubiera considerado inmoral romper los pactos no hubiese existido alguien más astuto que yo. Pero hay que saber que cada pacto que se quebranta conduce al hombre hacia el pecado y todo lo que lleva hacia el pecado oscurece el corazón، y el Día del Juicio Final todo quebrantador de pactos portará una señal a través de la cual será reconocido”. 
Para que quede en claro la diferencia de proceder de Imam ‘Alî (P) y Mu‘awiah prestad atención a las palabras de Abû ‘Uzmân Yâhidh، uno de los sabios sunnitas: 
“En el campo de batalla ‘Alî (P) nunca estuvo dispuesto a proceder en forma contraria al Libro y la Tradición del Profeta. Él ordenaba a todos sus oficiales que “hasta que el enemigo no comiencen la lucha no seáis vosotros quienes la emprendan. No persigáis a los que se fugan de la escena de batalla، no matéis a los heridos، no abráis una puerta cerrada، y...” y este fue su método incluso en relación con sus más acérrimos enemigos como Abû Al-A‘war As-Salamî y Amr ibn Al-‘Âss. ‘Alî guardaba silencio a causa de su piedad، sólo decía aquello en lo que encontraba la complacencia de Dios. Sus manos estaban atadas، ya que hacía sólo lo que complacía a Dios. Su satisfacción estaba en aquello que satisfacía a Dios، y veía su contento en todo lo que coincidía con el Libro y la Sunnah، no en lo que consideraban los políticos y los astutos de turno. En cambio، Mu‘awiah se valía de cualquier método para alcanzar sus objetivos aunque ello contradijera el Libro y la Sunnah. Utilizaba cualquier triquiñuela que estuviera a su alcance. Su comportamiento se asemejaba al de los reyes persas، romanos، hindúes y otomanos. Cuántos engaños y trampas utilizó Mu‘awiah que ‘Alî nunca estuvo dispuesto a poner en práctica”. 
Tras mencionar esta introducción nos ocupamos ahora de analizar el proceder de Imam ‘Alî (P) con sus opositores:
a) La orientación y la guía:
Como dijimos anteriormente، la política desde el punto de vista del pensamiento religioso es la orientación de la sociedad en todos sus aspectos hacia Dios، por lo tanto، la principal responsabilidad de un político religioso es esforzarse para guiar a la sociedad hacia Dios. Imam ‘Alî، como el líder religioso que era، asume la función de guiar a los individuos، aunque fueran sus más tercos opositores. Esta responsabilidad fue enfatizada también en el momento que el Profeta (P) comisionó al Imam hacia el Yemen para enseñar el Islam. Le dijo el Profeta: “Juro por Dios que si Dios orienta a través tuyo a un solo individuo será mejor para ti que todo aquello para lo que sale o se pone el sol”. 
Entonces ha realizado un profundo esfuerzo por orientar a sus opositores y en todas las misivas que se intercambiaron entre él y Mu‘awiah trataba de guiarlo hacia el sendero recto. En todas estas cartas le recordaba a Dios، el Día del Juicio Final، la muerte، el resultado de los actos، etc. Como ejemplo: “Ten en cuenta a Dios en todo lo que está ante ti، y recuerda el derecho que tiene Dios sobre ti y vuelve hacia el conocimiento de aquello de lo que no estás excusado por desconocer”. 
“¡Oh Mu‘awiah! Teme a Dios con relación a ti mismo، y aparta de ti el dominio que sobre ti posee Satanás، ya que el mundo se está separando de ti y se te está acercando el más allá.” 
“Teme a Dios con relación a ti mismo، y no dispongas tu voluntad en manos de Satanás. Ten en cuenta tu otra vida، que tanto nuestro viaje como el tuyo es hacia allí”. 
Asimismo procedió el Imam en relación con Talhah y Zubair. En las cartas que les dirigió siempre trató de orientarles y recordarles su pasado، y les evocaba su otra vida así como el efecto de sus actos: He aquí un ejemplo: 
“¡Oh ancianos! Volved de aquello que habéis tramado que lo máximo que os puede acarrear es la ignominia y la infamia، mientras que en el más allá existe tanto la ignominia como el Fuego de la Ira divina”. 
El Imam (P) también aplicó el mismo proceder con relación a ‘Amrû ‘Âss: “Tú has dispuesto tu religión bajo el servicio del mundo de alguien cuyo desvío es evidente y sus vicios son manifiestos... Entonces has perdido tanto esta vida como la del más allá”. 
b) Impedir que se alcance el poder:
Los hombres de política en los comienzos de su llegada al poder، adecuan el dominio de la situación y la toma de influencias del poder con sus opositores y les otorgan favoritismos، pero después que dominan la situación eliminan de la escena a su contendiente en forma desleal y cobarde. En épocas de Hadrat Amîr (P) hubo quienes le aconsejaron que aplicara tal método، pero él no aceptó. Debido a que él tenía certeza de su método y no dudaba en lo más mínimo respecto a su verdad، tampoco dudaba de la desviación de sus opositores y no estuvo dispuesto nunca a otorgarles favoritismos y desde el mismo comienzo impidió que pudieran llegar al poder. Veamos algunos ejemplos: 
A) Tras el suceso de la Bai‘ah، en los primeros días، se presentó Talhah ante ‘Alî (P) diciéndole: “Comisióname Ba¬sora a mí، para que cualquier alzamiento que se levante en tu contra yo venga en tu ayuda con el ejército”. Zubair también dijo: “Delégame Kufa، y de esta forma me presentaré con el ejército para ayudarte ante cualquier alzamiento en tu con¬tra”. Ante esto Imam ‘Alî (P) les respondió que debía pensar al respecto، pero finalmente no estuvo dispuesto a encomen¬darles nada.  Ellos mismos se dieron cuenta de que no po¬drían congeniar con una per¬sona así y de esta forma eligie¬ron otra vía para llegar al po¬der.
B) Relata Ibn ‘Abbâs: “En el momento de la muerte de ‘Uzmân y del juramento de fidelidad al Imam ‘Alî (P) yo me encontraba en La Meca y al llegar a Medina visité al Imam (P) donde me encontré con Mugairah Ibn Shu’bah que salía de ver a Imam (P). Le dije: ¿A qué has venido? Dijo: “Luego de jurarle fidelidad le propuse que permitiera que los gobernadores designados por ‘Uzmân permanecieran en sus cargos hasta que se calmara la situación y se consolidaran las bases del poder، y que luego destituyera a quien quisiera. Me respondió: “La udahinu fi dini” (“No negocio con mi religión”) y no me escuchó. Entonces ahora le vine a proponer: “No has aceptado mi primera propuesta، entonces por lo menos permite que Mu’awiah permanezca en el poder”. Me respondió: “¡Por Dios! No estoy dispuesto a trabajar con Mu’awiah ni tan solo dos días”. 
Entonces narra Ibn ‘Abbâs: “Visité al Imam (P) y le dije: “Aunque tampoco tengo confianza ni en Talhah ni en Zubair، pero te ruego que dejes a Mu’awiah en el poder y luego de que nos consolidemos، yo mismo lo destituiré.” El Imam (P) le dijo: “¡No، por Dios! Eso es imposible”. 
c) El Diálogo: 
Cuando entre dos personas surge una discrepancia por cualquier motivo، quienes ven una ventaja en ello، cada día inventan algo e incrementan el pesimismo، hasta tal punto que luego de un tiempo se percibe que esta discrepancia es irremediable. Por otro lado، estas dos personas cuanto más se alejan una de la otra aumentan las conjeturas disminuyéndose las posibilidades de arreglo entre ellas. En cambio، si estas dos personas، lejos de los escándalos y egoísmos dialogan sobre los puntos de discrepancias، por lo general، si ambos tienen buenas intenciones se disipan los malentendidos y los disgustos se convierten en acercamientos، las enemistades en amistades y el pesimismo en optimismo. 
Una de las maneras en que trataba el Imam (P) a sus opositores políticos era el entrar en diálogos y conversaciones directas hasta conocer sus posiciones por parte de ellos mismos y escuchar sus críticas sin tergiversaciones، para tratar de responderles directamente. Quizás así se solucionarían sus diferencias. He aquí un ejemplo:
Cuando el ejército de ‘Aishah se preparó en Basora para luchar، Talhah y Zubair (para instigar a las fuerzas)، entraron armados al campo de batalla. En aquel momento Imam ‘Alî (P) se les aproximó tanto que el pescuezo de su caballo quedó ubicado al lado del pescuezo de sus caballos (aún cuando existía el peligro de que lo mataran). Sin importarle el riesgo al que estaba expuesto les comenzó a hablar diciendo: 
“¿Acaso no era antes yo vuestro hermano en la religión y considerabais ilícito derramar mi sangre، mientras que yo del mismo modo lo consideraba? Entonces، ¿qué ha sucedido que ahora consideráis lícito derramar mi sangre?”. 
Respondieron: “Tú has instigado a la gente en contra de ‘Uzmân”. El Imam (P) como respuesta les recitó una aleya del Corán y les dijo: “¡¿Tú te has levantado para vengar la sangre de ‘Uzman?! ¡Dios maldiga a sus asesinos! ¡Oh Talha! ¿Has ocultado a tu esposa en tu casa y has traído a la esposa del Enviado de Dios (BP) al campo de batalla? ¡Oh Talhah! ¿Acaso tú no me habías jurado fidelidad a mí?”. 
Respondió: “Juré fidelidad por temor”. El Imam (P)، al ver que Talhah apelaba tan fácilmente a la mentira y demostraba que no tenía ninguna intención de modificar su postura y solucionar las diferencias، volvió su rostro hacia Zubair y le dijo: “¿Y tú para qué viniste?” Respondió: “Tú no estás capacitado para el liderazgo ni eres mejor que nosotros”. El Imam (P) dijo: “¿Acaso luego de ‘Uzmân no soy el más merecedor?”. Nosotros te considerábamos de entre los hijos de ‘Abdul Muttalib hasta que tu hijo creció y nos dividió”. Y también le recordó algunos hechos، entre ellos lo siguiente: “¿Recuerdas aquel día en la zona de Bani Ganam que acompañabas al Profeta (BP)، que sus ojos se posaron sobre mí، y él sonrió y yo también sonreí? En aquel momento tú le dijiste al Profeta: “El hijo de Abû Tâlib no depone su orgullo”. El Profeta (BP) te respondió: “Él no ostenta orgullo alguno pero tú en el futuro te enfrentarás a él siendo tú el opresor”. 
Al escuchar estas palabras، Zubair dijo: “¡Oh Dios mío! Lo que dices es la pura verdad. ¡Por Dios! Que no lucharé contigo”، y se alejó del campo. 
d) La Prevención
Se dice que la prevención es mejor que la curación. Si alguien en el momento justo puede prevenir algún peligro resultará menos afectado comparado al hecho de que recién una vez expuesto al riesgo se disponga a defenderse.
Una de las cualidades del Imam ‘Alî (P) frente a sus opositores، era que trataba de prevenir la aparición de choques y diferencias، y he aquí algunos ejemplos de ello:
A) En el momento en que quedó frente al ejército de ‘Ai¬shah se dirigió a sus propias huestes y les dirigió un sermón en el cual dijo entre otras co¬sas: “¡Oh gentes! Controlad vuestras manos y lenguas contra ellos، no sea que os convirtáis en los primeros (en iniciar la lucha)”. Luego envió a un grupo para dialogar quizás así pudieran prevenir una nueva batalla، no obstante sus opositores a causa de su errónea interpretación de las circunstancias no aceptaron dialogar. Luego de ello، el pro¬pio Imam (P) se acercó a ellos hasta tal punto que el peligro lo amenazaba seriamente y en su diálogo con los comandantes del ejército، al menos pudo hacer renunciar a Zubair.
B) En la guerra de Siffîn، luego de que Hadrat ‘Alî (P) liberara la entrada del agua que se encontraba en poder del ejército de Mu’awiah، durante dos días la situación estuvo calmada hasta que el Imam (P) eligió a cinco personalidades destacadas y les dijo: “Dirigios a Mu’awiah y pedidle que regrese hacia Dios، se someta al gobierno central y no perturbe la unión de la comunidad”. 
En esta oportunidad، Mu’awiah y sus partidarios otra vez por su equivocado análisis de las circunstancias y sus metas mundanas، no escucharon el consejo e iniciaron la guerra.
C) En la guerra de Siffîn، tras la pausa impuesta por los meses prohibidos para la lucha، luego de que Mu’awiah preparara su ejército para atacar، el Imam (P.) se dirigió a sus soldados y dijo: “Vosotros no iniciéis la batalla hasta que ellos no os ataquen، gracias a Dios vosotros estáis en la verdad y vuestra abstención en la lucha es una prueba más de que estáis en lo correcto. En caso de surgir una batalla، ante el fracaso del enemigo no matéis a los fugitivos y a los heridos، no desnudéis a nadie، no descuarticéis a los muertos، al llegar a las carpas no las destruyáis، no entréis a las casas، no arrebatéis sus bienes، e incluso si las mujeres ofenden a vuestro Imam (P) no las molestéis. 
D) En la batalla de Nah¬rawân، actuó de la misma forma. Luego de que los Jawâ¬riy asesinaran a Abdullah Ibn Jabbâb y abrieran el vientre de su esposa، el Imam (P) los persiguió y al alcanzarlos les dijo: “No tenemos nada con¬tra ustedes، sólo buscamos al asesino، entregádnoslo y juntos marcharemos hacia nuestro enemigo común (Mu‘awiah)، quizás Dios guíe vuestros corazones y os oriente hacia el bien”. 
Aquí también، el orgullo y la errónea visión de los Jawâriy acarreó la batalla y al final ad¬virtieron que la perspectiva del Imam (P) sobre las circunstan¬cias، era la más acertada y no alcanzaron su objetivo.
e) Dilucidar las circunstancias y las advertencias:
Uno de los métodos que aplicaba el Imam (P) en el trato con sus opositores era advertirles en su condición de líder religioso، acerca de los momentos en que un peligro (que afectaba a su vida en el más allá) los acechaba، dilucidándoles las circunstancias al tiempo que les advertía los riesgos que enfrentarían en lo sucesivo، del mismo modo que si un peligro acechara a sus propios fieles. Veamos algunos ejemplos:
a. Advertencia en cuanto a los fieles: Un líder competente es aquel que puede ofrecer un correcto análisis en los momentos en que se crean condiciones de crisis para una sociedad، guiándolos en lo necesario، y las señales de un acertado análisis es que tras el sofocamiento de las llamas de una crisis، aquella previsión se concrete.
Por otra parte، en la batalla de Siffîn، cuando ya se veía el fracaso del ejército de Mu’awiah، y el ejército del Imam (P) estaba a punto de romper las últimas resistencias، aquél، con el complot de Amr Ibn Al-Âss، ordenó que alzaran los coranes con las puntas de las lanzas y exclamaran: “Éste es el Libro de Dios como juez entre nosotros y vosotros”. Un grupo de entre el ejército del Imam (P) exclamó: “Responderemos positivamente al Libro de Dios”. Imam ‘Alî (P) ofreciendo un análisis conciso del presente y del futuro expresó: “¡Oh siervos de Dios! Permaneced fuertes en vuestras convicciones y luchad contra vuestros enemigos، sin duda alguna que Mu’awiah، Amr Ibn Al-Âss، Ibn Abî Muhît... este grupo no es seguidor de la religión del Corán، yo los conozco mejor que vosotros، los conozco desde sus infancias، en la niñez ya eran niños malvados y cuando crecieron siguieron siendo los mismos. ¡Ay de vosotros!، han alzado esos coranes sólo con el fin de engañaros y romper vuestra resistencia y vuestra unión”. 
Aquellos engañados del ejér¬cito respondieron: “No podemos desdeñar el arbitraje del Co¬rán”. El Imam (P) dijo: “Sin duda alguna yo lucho con¬tra ellos sólo para que vuel¬van a seguir al Libro de Dios، ya que ellos han con¬trariado las órdenes de Dios، han olvidado el pacto de Dios y han dejado de lado el Libro de Dios”. El mismo grupo respondió: “¡Oh ‘Alî! O admites el arbitraje del Corán، o te entregaremos a Mu’awiah، o bien haremos con¬tigo lo mismo que hicimos con ‘Uzmân”. 
El Imam (P) dijo: “Aceptad mi advertencia، si me escucháis، proseguid la batalla، de lo contrario، haced lo que queráis”.  “Por Dios que si ellos os dominan os tratarán de la misma manera que lo hacen los reyes”. Pero lamentablemente no hubo oído que prestara atención، que concibiera la profundidad de este análisis. Pero no pasó mucho tiempo hasta que esta previsión de Imam (P) se concretó y los mismos que lo habían invitado a aceptar el arbitraje، se sublevaron nuevamente contra él (P).
b. La advertencia en contra de los opositores: Mu’awiah، que para alcanzar sus objetivos apelaba a cualquier medio y atraía a los elementos competentes con cualquier estrategia، pensó en atribuir a su padre Abu Sufiân la paternidad física de Ziâd Ibn Abîh (ya que todos sabían que éste era un bastardo) para poder llamarlo hermano y de esta manera ponerlo bajo su servicio. En este sentido، Mu’awiah le escribió una carta a Ziâd. En cuanto el Imam (P) se informó del contenido de la carta، le escribió a Ziâd: 
“Supe que Mu’âwiah te escribió una carta y desea hacer tambalear tu intelecto y debilitar tus decisiones; témele، pues es Satanás que se acerca al ser humano y le susurra por delante، por detrás، por la derecha y por la izquierda hasta atacarlo en el momento de desatención para arrebatarle la razón”. 
Ibn Abi Al-Hâdîd presenta otro pasaje de la misma carta en la que Imam (P) al final de la misma advierte tres veces: “¡Témele، témele، témele!”. 
Lo sorprendente es que unos años después del martirio de Imam ‘Alî (P) esta previsión se concretó y Mu’âwiah en la escena más vergonzosa de la historia، que nos avergonzamos de describir، en la mezquita de Sham، frente a un numeroso grupo de personas lo llamó “su hermano” usando a algunos mercenarios como testigos para que atestiguaran el adulterio de su padre con la madre de Ziâd. Luego de este suceso Ziâd se convirtió en un tirano de la historia، y el hijo del mismo Ziâd، es decir ‘Ubaidul·lah ibn Ziâd، fue el causante de la masacre de Karbalâ’.
f) Evitar los insultos y anhelar la revelación de la verdad:
Imam Alî (P) aplicaba al pie de la letra la religión y no estaba dispuesto ni en las más críticas de las condiciones، ni en cuanto a sus más acérrimos enemigos، a desviarse ni un sólo paso del rumbo de la justicia. Por ejemplo، el insulto، la infamia y la ofensa، están prohibidas en la religión respecto a todas las personas. En la batalla de Siffîn، en cuanto los fieles se enfrentaron al ejército de Mu’âwiah، comenzaron a insultarlos. Hadrat Imam (P) se dirigió a ellos diciéndoles: “No quiero que les insultéis، en cambio recordadles sus conductas y sus estados، ello será más cercano a la verdad y más excusable”. Hay que tener en cuenta que el revelar sus actos debe hacerse con el fin de que las nuevas generaciones que no los conocen، y que corren el riesgo de ser engañados por ellos، estén prevenidos y se abstengan de seguirlos como modelos.
g) Separar las filas de los engañados de las de los protagonistas:
En cada corriente social la persona que ingresa en ella، no lo hace con una comprensión y conocimiento cabal، sino que unos pocos lideran dichas co¬rrientes; incluso en una socie¬dad religiosa los protagonistas de las filas antirreligiosas in¬vierten un gran esfuerzo en no ser reconocidos y es la gente inconsciente la que se convierte en sus víctimas y se ven afec¬tadas، mientras que los resul¬tados de sus esfuerzos van a caer en los bolsillos de sus líde¬res، estando relegados atrás de la escena permaneciendo aje¬nos a las ganancias. En tales casos، un líder competente no tiene que tener hacia todos ellos un trato idéntico، aunque los daños provienen de las ma¬sas desinformadas، es necesario esforzarse para poner al descu¬bierto a las manos ocultas. Pongamos atención en un ejemplo del comportamiento del Imam (P) en este aspecto: En el curso del hakimîiah (ar¬bitraje) de la batalla de Siffîn existió un pequeño grupo den¬tro de su propio ejército que tenía intereses políticos y man¬tenían relaciones secretas con Mu’awiah. Habían recibido de él una importante suma de di¬nero e intentaban cumplir con sus funciones. Este grupo es¬taba conformado por unos po-cos que no resultaron afectados en los enfrentamientos de Nahrawân، e incluso sobrevivie¬ron luego del martirio del Imam (P). Habían recurrido a una consigna muy atractiva que fue poner al Corán como árbitro. Por su parte، las masas desprevenidas no pudieron distinguir la mano ruin detrás de esta consigna engañosa، y así se convirtieron en los parti¬darios de esta corriente sin saber por qué se había impuesto dicha consigna، quié¬nes lo hicieron، qué objetivos perseguían، y decenas de otros interrogantes más، que a ellos les tenían sin cuidado، y sólo se limitaban a repetir dicha con¬signa.
Un gran ejército constituido por varios miles de personas، salió armado de sus casas sin saber adónde se dirigían ni qué objetivo perseguían. Continuaron hasta cerca de la zona de Nahrawân. Cuando el Imam (P) se vio forzado a seguirlos se dirigió a ese lugar، y envió a varias personas para que dialogaran con ellos، pero sus líderes no aceptaron negociar، al tiempo que insistían que el propio ‘Alî (P) tenía que hacerse presente. Aún cuando un serio peligro amenazaba su vida، el Imam (P) se aproximó a ellos، y، apelando a una medida sin precedentes expresó: 
“¿Acaso todos vosotros participasteis de la batalla de Siffin?”. Respondieron: “Algunos de nosotros lo hicimos mientras que otros no”. El Imam (P) dijo: “Entonces separaos. Por un lado، los que estuvieron en Siffîn formad un grupo، y los que no، formad otro para que hable a cada grupo como le corresponde”. Luego de esta medida، los caudillos de aquella corriente، por más esfuerzo que hicieron en mantener unidas las filas no pudieron. El Imam se dirigió al segundo grupo (los que no habían estado en Siffîn)، les ofreció un análisis completo de aquella batalla y recién entonces este grupo cayó en la cuenta de qué era lo que sucedía. Así es que el Imam (P) les dispuso distintos destinos a dónde dirigirse y así quedar a salvo. Dijo: “Todo aquel que se dirija a Kûfa estará a salvo، quien vaya a Madâ’en también estará a salvo...”
 Tras ello، Farwa ibn Nawfal Ashya‘î se dirigió a sus partidarios y dijo: “Por Dios que no sé por qué tengo que luchar contra ‘Alî،. Yo regresaré recién cuando se esclarezca la situación y pueda asumir una posición consiente: Luchar u obedecer”.
Con esta estrategia del Imam (P) muchos de ellos partieron y se alejaron de la escena del conflicto. Luego comenzó a hablar con los que habían participado en Siffîn، pero en esta oportunidad se enfrentó con un paso premeditado y unánime de los caudillos، ya que ellos se dirigieron a los soldados diciéndoles: “No les habléis، preparaos para el encuentro con vuestro Señor. Esta noche todos nos reuniremos en el Paraíso”. Así impidieron que Hadrât ‘Alî (P) les hablara y mientras vociferaban unas fuertes consignas atacaron al ejército de éste quien se vio obligado a defenderse”.
h) Conceder libertad hasta el límite de la “línea roja”
Unas de las características de Imam ‘Alî (P) en su comportamiento con los opositores internos، era concederles libertad. Los beneficiados con esta medida، ejercían sus actividades sin obstáculos siempre y cuando las mismas no sean generadoras de un caos. El Imam (P) no los privaba de sus derechos por el hecho de realizar actos contrarios al sistema establecido por él، en cambio، les establecía una suerte de “línea roja”، a modo de límite، para que no perjudicaran los intereses sociales de la comunidad islámica، y no por considerarse que era algo que afectaba al mismo Imam، y por esto el Imam (P.) no podía hacer caso omiso a ese tipo de conductas. Observemos algunos casos:
a. Cuando en Medina anun¬ciaron que ‘Aishah junto a Talhah y Zubair habían partido desde La Meca hacia Basora، el Imam، en un discurso puso al tanto a la gente acerca de lo sucedido، y anunció así su posi¬ción: “Seré paciente hasta tal punto que no sienta que está en peligro la unidad de la comunidad”،  pero ellos abusaron de su tolerancia e instigaron a la gente en su con¬tra mientras que dividieron a Basora، comenzaron a saquear y asesinar a sus habitantes، echaron al gobernador del Imam (P) y saquearon el Tesoro Público. Así، convirtieron a dicha ciudad en un centro de operacio¬nes en contra de ‘Alî (P)، quien no tuvo más remedio que partir hacia Basora. En el trayecto A’war ibn Sanân le preguntó: “¿Para qué nos dirigimos a Ba-sora? El Imam (P) le respondió: “Para intentar la conciliación y apagar el fuego de la discordia، quizás así Dios a través nuestro devuelva la unión a la comunidad y sofoque las llamas de la guerra”. A’war dijo: “¿Y si no nos respondieran positiva¬mente?”. El Imam (P) contestó: “Si ellos no nos atacan، no los atacaremos”. A’war dijo: “¿Y si no nos dejan en paz?”. ‘Alî (P) respondió: “En ese caso، sólo nos defenderemos”. 
b. El Imam (P) en su trato con los Jawariy actuó de la misma forma. Éstos، a su regreso a Kufa apelaron a métodos violentos para instigar al Imam (P) hacia la violencia. Por ejemplo، ingresaban a la mezquita vociferando consignas mientras el Imam estaba disertando، de tal forma que le impedían seguir hablando. Los fieles del Imam (P) por más que insistían en enfrentarse con ellos، él no se los permitía diciéndoles: “Mientras no transgredan la línea roja، serán libres”. 
Un día Zar’ah y Hirqûs، dos de los líderes de aquel grupo، in-gresaron a la mezquita a la voz de “Lâ Hukma il·la lil·lah”. El Imam también les respondió: “Lâ Hukma il·la lil·lah”. Hirqûs dijo: “Arrepiéntete de tus pecados y deja sin efecto tu juicio، únete a nosotros para que luchemos con nuestro enemigo común (Mu’âwiah) hasta alcanzar el martirio”. 
El Imam (P) le dijo: “Yo os conduje hacia el enemigo común pero no me escuchasteis، hasta que provocasteis un cese de fuego. Ahora hemos acordado un cese de fuego، hemos firmado un pacto y Dios nos pide no quebrantarlo: «Cumplid con el pacto de Dios cuando hayáis pactado، y no perjuréis después de haber jurado solemnemente، desde que habéis tomado a Dios por fiador; porque Dios sabe cuanto hacéis”.  
Hirqûs le increpó: “El aceptar el arbitraje es un pecado y debes arrepentirte”. Imam (P) le dijo: “Yo no he cometido pecado alguno sino que el arbitraje es el resultado de la debilidad de vuestra visión y vuestra incompetencia. Yo os advertí en cuanto a ello y traté de impedíroslo pero no me escuchasteis”. 
Zar’ah، dirigiéndose al Imam (P) dijo: “Si no dejas de apoyar el arbitraje lucharé contra ti para acercarme a Dios”. El Imam a su vez le respondió: “Lo lamento por ti، ¡cuán desgraciado eres! Es como si viera tu cadáver en medio de los muertos mientras el viento lo arrastra con su soplo”. Zar’ah le dijo: “Anhelo que llegue ese día”. El Imam (P) concluyó diciéndole: “Si el ser humano está en la verdad، la muerte en su camino es la salvación de este mundo، pero ciertamente que Satanás os condujo hacia el abismo. ¡Temed a Dios!”. Ambos salieron de la mezquita gritando la consigna: “Lâ Hukma il·la lil·lah”. 
Otro día، mientras el Imam (P) hablaba a la gente acerca de un plan premeditado، de cada rincón de la mezquita se levantó un grupo de personas vociferando la misma consigna. El Imam(P) dijo: “¡Allahu Ak¬bar! ¡Esas palabras consti¬tuyen una verdad que se ha interpretado muy mal! Si os calmáis، os perdonaremos، si habláis lógicamente، es-taremos dispuestos a discu¬tir، pero si os subleváis con¬tra el sistema، lucharemos contra vosotros”. Iazîd Ibn ‘Âsim dijo: “¡Alí!، ¿nos amena-zas con la guerra? ¡Esperamos que llegue ese día para que se discierna la verdad de la false¬dad!”. Tras ello، junto con sus hermanos salió de la mezquita.
En otra oportunidad، se levantaron varias personas de diferentes partes de la mezquita vociferando lo mismo. El Imam (P) dijo: “Es una palabra verdadera a través de la cual se pretende un objetivo falso”. Luego dijo: “Mientras estéis en nuestra comunidad no os impediremos que entréis a la mezquita; mientras estéis con nosotros no os privaremos de vuestra asignación del Tesoro Público، y mientras vosotros no iniciéis una batalla، nosotros tampoco lo haremos”.  
Cuando advirtieron que con sus métodos no podrían arrastrar al Imam (P) hacia la violencia، comenzaron los saqueos، asesinatos، etc.، hasta el punto que pusieron en peligro la seguridad de la sociedad. Tras ello، y luego de la persistente insistencia de la gente respecto a que estaban hastiados de aquella situación، el Imam los combatió.
i) La defensa del sistema:
Una de las llamadas “líneas rojas” que el Imam (P) había trazado era el resguardo del sistema islámico. El Imam (P) acataba la libertad de los opositores solo hasta el punto que no pusieran en peligro las bases del sistema. Pero si el propio sistema estaba en peligro، esto no era soportable por el Imam (P) de parte de quienquiera que fuera، cualquiera fuera su objetivo.
En “Cimas de la Elocuencia” (Nahy-ul Balâgah) el Imam ‘Alî (P) se jacta de dos de sus actos tras el Enviado de Dios (BP). Uno es su silencio durante veinticinco años y el otro su lucha contra los Jawâriy. Los protagonistas principales de esta última corriente como Ash’az y Shebz ibn Rab’î se habían ocultado tras los rostros de los que memorizaban el Sagrado Corán y de aquellos cuyas frentes se habían marcado por efecto de sus largas oraciones y prosternaciones، y al existir tales personas de tal reputación dentro de la sociedad que habían sido reconocidas como aquellos seguidores de la religión y de la tradición profética، de tal modo que habían confeccionado para sí mismos tal margen de seguridad que nadie se atrevía a oponérseles، el Imam (P) considera como un orgullo para sí، su actuación contra ese grupo aparentemente muy religioso، recitadores del Corán، ayunantes، etc.
Pongamos atención en esta frase de Imam (P): “¡Oh gentes! Ciertamente que sofoqué las llamas de la sedición luego de que los tenues destellos de las mismas habían sido avivados y el daño había llegado a todos los confines y nadie más que yo se atrevía a apagarla. Fui solo yo el que abortó ese levantamiento”.  
Dice Ibn Abî Al-Hadîd: “Nadie más que Imam ‘Alî (P) se atrevía a desenvainar su espada contra este grupo”.  Aunque el propio Imam (P) resultó víctima de esta corriente، su propósito era el de resguardar el sistema del gobierno islámico y él estaba preparado para ello.
j) La indulgencia y el perdón:
Entre las características de Hadrât Imam (P) hacia sus opositores، sabemos que no abrigaba rencor ni sentimientos de venganza، sino que por el contrario، tenía un trato diferente hacia con ellos:
a. Los casos en que los opositores intentaban transgredir el sistema islámico o cometían una falta que dentro de la jurisprudencia islámica le correspondía una pena especial. Aunque se tratara de alguno de sus cercanos، en esos casos el Imam (P) no era condescendiente، ni flexible. He aquí un ejemplo: Nay·yashî era un poeta iraquí y fiel al Imam (P) de modo que durante su lucha cultural contra la gente de Sham lo enviaba a él، quien، recitando poesías defendía a ‘Alî (P). Pero، en una oportunidad، durante el mes de Ramadân bebió vino. Lo detuvieron y lo presentaron ante el Imam (P) quien lo envió a prisión para ejecutar al día siguiente la pena concerniente. Por más que su familia y otras personas trataron de intermediar para que lo perdonara، no tuvo efecto alguno. Incluso Imam ‘Alî (P) ordenó darle veinte latigazos más de lo que le correspondía. El propio Nay·yashí preguntó: “Ochenta latigazos eran mi pena por beber vino، ¿a qué se deben los veinte restantes?”. El Imam (P) respondió: “Porque has profanado el bendito mes de Ramadán”. Luego de ese suceso Nay·yashí se refugió en Mu’âwiah para beber y a través de sus poesías difamaba al Imam (P).  
b. Los opositores que habían intentado luchar contra el sistema pero habían fracasado، y ya su existencia no era considerada un peligro para el sistema، a ellos el Imam (P) los trataba indulgentemente sin recordarles su pasado. Por ejemplo: 1) Marwân Ibn Hakam era uno de los protagonistas principales de la batalla de Al-Yamal y de entre los acérrimos opositores del Imam (P) pero él lo perdonó luego del fracaso del ejército de ‘Aishah. . 2) ‘Abdul·lah ibn Zubair (el sobrino de ‘Aishah) era de entre los más encarnecidos enemigos del Imam (P) y acostumbraba a ofenderlo públicamente. Tras la derrota de su ejército lo llevaron prisionero ante el Imam (P) quien le dijo: “¡Vete! ¡No deseo verte más!”.  3) Sa‘îd ibn ‘Âss era otro de los protagonistas de la batalla de Al-Yamal. Luego de la misma huyó a La Meca. Cuando el Imam (P) lo vio no le dijo nada. 4) ‘Aishah، luego de todos los dilemas que creó al Imam (P) él la fue a visitar luego de su fracaso y la trató con respeto. Como éstos existen decenas de casos similares respecto a los cuales no podemos extendernos.
c. Los opositores que no tenían intención de combatir al gobierno islámico pero se oponían a ‘Alî (P). Frente a ellos el Imam (P) actuaba con indulgencia:
Luego de la derrota del ejér¬cito de ‘Aishah، ella misma y los heridos de guerra se refu¬giaron en casa de ‘Abdul·lah ibn Jalaf. A su vez، el dueño de casa se en¬contraba entre los muertos del ejército de aquella. Cuando el Imam (P) advirtió que ella se en¬contraba en ese lugar se dirigió allí para visi¬tarla. En el mo¬mento de entrar Hadrat ‘Alî (P) escuchó llantos y gritos en la casa. Safîiah cuyo esposo había sido muerto en la batalla، viendo al Imam (P) se le acercó y le dijo: “¡Oh asesino de los amigos! ¡Oh dispersante de los Compañe¬ros! Que Dios convierta en huér¬fanos a tus hijos ya que tú así lo has hecho con los hijos de Ab¬dul·lah”. El Imam no prestó atención a sus palabras، entró a la habitación donde se encon¬traba ‘Aishah، la saludó y se sentó. Luego le dijo: “Safîiah me enfrentó pero yo no la veía desde que era una niña”. Cuando el Imam (P) salió del lu¬gar، ella le repi¬tió las mismas ofensas. Él (P) con su mano le señaló un cuarto (donde habían sido es¬condidos los fugitivos y heridos) y le dijo: “Puedo abrir esta puerta y matar a quie¬nes se hallan allí”. Safîiah، al escu¬char esas palabras guardó si¬lencio y el Imam (P) se fue. Uno de sus seguidores que había escuchado las ofensas de Safî¬iah le propuso al Imam (P) to-mar al¬guna medida en su co¬ntra. Pero el Imam (P) le dijo: “¡Cálmate!، no reveles los secretos de la gente; no irrumpas en nin¬guna casa، y si las mujeres os ofenden a vosotros o a vues¬tros líde¬res، no os enfrentéis a ellas”. 
Ibn Abî Al-Hadîd، luego de narrar algunos casos parecidos، dice: 
“Si llamáis a esto “indulgencia” de parte de ‘Alî (P)، será suficiente para corroborar la ética elevada del Imam (P)، y si lo llamáis “ser religioso”، entonces ‘Alî (P) es el más adecuado para este apelativo”. 

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